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Hace poco me regalaron la nueva versión de la Biblia “La Palabra”. Es una Biblia interesante, cómoda para leer. Cada mañana o cada tarde tengo mi cita con Dios para conocerlo mejor a través de La Palabra. Me he hecho el propósito de conocer a Jesús más íntimamente, más vivencialmente. Disfruto leyendo y te ánimo a que tú también lo hagas.

Volviendo a la Biblia que me regalaron. No puede sustituir a mi Biblia edición del 77, forrada en piel y subrayada por todas partes. Esa es MI Biblia; no sé si te pasa, pero a mí me cuesta mucho encontrar ciertos textos si no tengo mi Biblia en la mano. Quizás sea memoria fotográfica o algo así, pero recuerdo en qué color está subrayado el texto, en qué parte de la página está y qué otros colores hay a su alrededor. Por eso sin mi Biblia a veces me siento un poco “desnudo” a la hora de compartir ciertas ideas.

Pero tener una Biblia nueva te da la oportunidad de entusiasmarte con la lectura porque a través de un lenguaje distinto, redescubres textos que de otra manera quizás te puedan pasar desapercibidos. Precisamente por eso te cuento todo esto, porque he “descubierto” un texto que quiero compartir contigo: “Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí” (Gálatas 2:20) Joven, ¿en qué consiste tu vida? ¿Cuál es el propósito para el cual vives? Me encanta Pablo, apasionado hasta lo más íntimo por Jesús. Su vida no era viajar, predicar o naufragar de vez en cuando… todo eso obedecía al propósito fundamental sobre el cual giraba cada día de su vida: creer en Jesús. Mira el texto en tu Biblia, es la continuación del famoso texto de Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí”

Dios quiera que tengas claro el por qué estás aquí, para qué te llamó a existir de tal forma que Jesús, a través de ti, pueda cumplir el propósito de tu vida.

Òscar López

JAE Online