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“I have a dream…” dijo el pastor de la iglesia bautista, el conocido Martin Luther King Jr, el 28 de Agosto de 1963 en un discurso que abogaba por la igualdad racial y por el fin de la discriminación. Desde entonces esa expresión: “yo tengo un sueño” ha significado mucho más que manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones más o menos alejadas de la realidad de una persona durmiente.  “Yo tengo un sueño” describe un deseo muy profundo, un propósito, una meta. Los grandes personajes de la historia pueden ser descritos por la ambición con la que soñaron. Las metas y los propósitos que se marcaron en la vida.

De Madrid al Cielo nació como un sueño. Atreverse a soñar en estos días es algo complicado y es por ello que a cada uno de los que van a participar de este atrevimiento les toca determinar cuál será la altura final de este sueño. Cada joven que ha llegado hasta Madrid ha de definir cuál es su propósito, su meta para, de la mano de Dios, poder determinar si desde Madrid algún día podremos ir al cielo.

De Madrid al Cielo… ¿hemos pensado realmente lo que significan estas palabras?  ¿Es este nuestro sueño? ¿Queremos ser una generación de jóvenes más? ¿Otra de las que pasan por la historia de este mundo sin pena ni gloria, con cierta vislumbre de lo que podríamos llegar a ser pero sin alcanzar la gran meta de ser la generación que reciba a Jesús en el aire?

Los grandes desafíos para los que se atrevan a soñar. Los sueños para los que estén dispuestos a luchar por hacer realidad lo soñado. Dios para bendecir y dirigir nuestras luchas de tal forma que el resultado final no pueda ser otro que el éxito. Por eso, al llegar a este Congreso, queremos que sientas que es posible, que quizás la próxima parada, después de Madrid, sea el cielo.

Quizás Dios sueña con una generación de jóvenes que levanten la mirada al cielo y se pongan de rodillas para poder ser usados por Dios. La pregunta sería: ¿nos gustaría que nuestros planes de futuro, nuestros proyectos y sueños dieran paso inmediatamente a los planes, los proyectos y los sueños de Dios? ¿Somos capaces de imaginar una interrupción divina en nuestra existencia? Quizás de eso se trate De Madrid al Cielo. De vivir la experiencia íntima del encuentro con Jesús, así lo recuerdan las palabras de Oseas que nos han acompañado en la preparación de este Congreso: “Prepárate para el encuentro con tu Dios…” (Os.4:12).

El escritor argentino, José Narosky, escribió: “Nadie pudo ver el cielo sin elevar la mirada”… Ha llegado la hora de mirar al cielo, de soñar con el cielo, de luchar por el cielo. Como predicó un pastor joven: “Si Dios existe, ¿por qué actuamos como si no existiera?” Es hora de vivir la diferencia.

De Madrid al Cielo… Dios quiera que este sea realmente nuestro sueño.

Òscar López, para la revista especial del evento: De Madrid al Cielo.

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